En una prisión bastante aislada de cualquier tipo de zona habitada está preso Mr. Schaeffer, con el tratamiento de míster para denotar el especial respeto que merece. Allí se pasa solo los fríos inviernos tallando muñecas de madera para luego ser vendidas. El relato cuenta su amistad (o amor) con Tico Feo, un joven recién llegado a la lúgubre prisión: "Es extranjero el nuevo, cubano, pero rubio." Este posee una guitarra cubierta de diamantes, que cada noche toca para que los otros presos se diviertan y bailen. Juntos comparten todos sus momentos y vivencias en la cárcel, hasta que un día Tico Feo trama una fuga ideada para él y Mr. Schaeffer, aunque su amigo no consigue escapar debido a su vejez, por lo que permanece solo en la prisión. Sólo le queda de su amigo la brillante guitarra que cada noche acaricia deseando que él vuelva: "Sus dedos acarician las cuerdas; después, el mundo."
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