- Ya lo hago - se apresuró a contestar Alicia -. Al menos..., al menos pienso lo que digo... que es lo mismo, ¿no?
- De ningún modo - dijo el Sombrerero -. ¡Así también podrías decir que "veo lo que como" es lo mismo que "como lo que veo"!
- ¡Así también podrías decir - añadió la Liebre de Marzo - que "me gusta lo que tengo" es lo mismo que "tengo lo que me gusta"!
- ¡Así también podrías decir - concluyó el Lirón, que parecía hablar en sueños - que "respiro cuando duermo" es lo mismo que "duermo cuando respiro"!
- En tu caso es igual - sentenció el Sombrerero, y aquí cesó la conversación.
Capítulo 7, Una merienda de locos
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