Resumen: Acto I

Escena I

En una plaza de Verona, Benvolio (primo de Romeo) y Teobaldo (primo de Julieta), se enfrentan en una pelea de espadas intentando separar a sus criados que discutían y peleaban. Llegan los padres de Romeo y los de Julieta cuando la riña se agranda, y con ellos el prícipe Escalo que jura estar harto de los constantes conflictos entre las familias Capuleto y Montesco, y decreta la pena de muerte a aquél que se atreva a repetir el suceso.
Terminada la riña, la señora Montesco pregunta a Benvolio por su hijo, que le contesta que ha estado muy solitario y triste últimamente, aunque desconoce la causa de ello. Romeo llega y sus padres se van para que Benvolio pueda preguntarle qué es lo que le pasa. Romeo le cuenta que su tristeza se debe al sufrimiento por amor a una joven muy bella que no le corresponde, y aunque intenta olvidarla, le resulta imposible.

Escena II

Paseando, el conde Paris pide al padre de Julieta la mano de su hija. Este acepta sin poner inconvenientes sólo si su hija esta dispuesta a ello, ya que es muy joven aún. Por esa misma calle, aparecen Romeo y Benevolio que continúan la conversación de la escrena anterior. Un criado, pide a Romeo que lea la orden de su amo y se entera que esa misma noche se organizará una fiesta en casa de los Capuleto. Romeo y su primo asistirán, para ver a Rosalina, la muchacha que tanta amargura le causa al joven Montesco.

Escena III

Conversan Julieta, su madre y la niñera. La señora Capuleto le dice a su hija que ya debe empezar a pensar en el matrimonio, ya que tiene un buen pretendiente, el conde Paris. La niñera, emocionada, le dice que en la fiesta que se celebrará esa noche, podra conocerle.

Escena IV

Romeo, Benvolio y Mercucio (amigo de estos); acuden al baile de los Capuleto tras unas máscaras para que no ser reconocidos como Montesco. Romeo está triste y no disfruta de la fiesta.

Escena V

En la fiesta, Romeo se fija en Julieta sin aún conocerla, y con galantería le besa la mano y los labios. Teobaldo, primo de Julieta, presencia la escena, reconoce al joven Montesco y corre a avisar al padre de la niña. La señora Capuleto reclama a su hija, y Romeo pregunta a la niñera quién es esa chica a la que acababa de besar, y se queda entristecido cuando se da cuenta de que es de la familia enemiga. Terminada la fiesta, Julieta pregunta lo mismo, y tampoco le gusta el hecho de que es el joven al que más debería odiar.